El momento en que se compra o se alquila una vivienda marca la trayectoria vital de una persona y, en extensión, del conjunto de la familia. Es por ello que es vital que la decisión esté bien fundamentada. En este artículo os proponemos una serie de factores a tener en cuenta para que el éxito esté garantizado.
1.-El perfil de la familia
Para la elección adecuada de una vivienda hay que hacer una evaluación del tipo de familia, así como estudiar la situación económica.
Por ejemplo, en caso de que el piso sea para una sola persona, bastaría con un piso con una sola habitación donde se integre la cocina-comedor y disponga, por ejemplo, de un sofá-cama para si vienen invitados.
En el caso de ser pareja la situación ideal sería buscar dos habitaciones, ya sea para los posibles hijos o para utilizar la segunda habitación como habitación para invitados o, incluso, como sala de estudio, sala de entretenimiento o pequeño almacén. Al final, ¡hay tantas como nos podamos imaginar!
Finalmente, en caso de tener o esperar hijos, lo ideal sería tener dos o tres habitaciones (o incluso más).
2.-Factores prácticos y de carácter laboral
En este punto es interesante hablar sobre la localización ideal de la futura vivienda. Hay que tener en cuenta varios factores para que la elección sea cuidada.
En primer lugar, podríamos valorar dónde tenemos el trabajo e intentar buscar una vivienda que esté cerca. Si el trabajo está en el centro, pues sería conveniente encontrar un piso o casa próximo al centro y con una plaza de parking. En caso de que no fuera posible vivir en el centro, vivir hacia las afueras también sería una buena opción dado que suelen ser lugares poco concurridos y, por lo tanto, donde es más fácil estacionar.
En segundo lugar, hay que valorar la presencia o no de hijos. Habitualmente, vivir en el centro facilita la conciliación familiar debido a que hay una mayor disponibilidad de servicios, las escuelas quedan más cercanas al domicilio, estamos más tranquilos cuando salen debido a una mayor presencia de gente, etc.
En tercer lugar, es importante valorar la edad y si se dispone o no de vehículos. Esto condicionará también la decisión sobre si resulta o no más favorable residir en el centro o en la periferia, así como la conveniencia o no de disponer de ascensor, el número de piso, el tamaño, etc.
3.-Los factores sociales y psicológicos
Este último factor es muy personal. Tiene que ver con las preferencias y gustos que tengan los diferentes miembros de la familia. Por ejemplo, en caso de buscar un ambiente más tranquilo y cercano probablemente el lugar ideal sería en las afueras de una ciudad o en un pueblo. También hay que valorar las preferencias en términos de vida social (lo que determinará si se quiere o no tener muchos servicios cerca, como pueden ser restaurantes, bares, tiendas, espacios lúdicos, etc.).
Dicho esto, ¡desearos mucha suerte en la elección de vuestro domicilio! En HOMEKY siempre estaremos dispuestos a ayudarte en lo que necesites.